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David Velez
En Colombia siempre hemos considerado a los paisas, gente echada pa’ lante; no por coincidencia fueron los pioneros en cultivar y exportar café, construir el metro y hasta ganar la Copa Libertadores. Pero en el año 2021 salió a la luz pública, la historia de un hombre extraordinario, que, con 40 años, ya logró estar en el top 5 de los hombres más ricos del país y en tan solo cinco años superó fortunas de prominentes familias como los Carvajal, los Echavarría o los Ardila Lule.
Él es David Vélez, el colombiano que hoy tiene el banco digital más grande del mundo, el cual cuenta con más de 34 millones de clientes. David cuenta en sus entrevistas, que en el año 2010 cuando bordeaba los 30 años, mientras estaba en São Paulo, Brasil, trabajando para un proyecto con la Sequoia Capital, una empresa norteamericana, tuvo la necesidad de abrir una cuenta de ahorros y durante ese proceso, se impactó por el suplicio que tuvo que pasar, filas de espera, documentos de todo tipo para demostrar quién era, burocracias internas para recibir el dinero, detectores de metales, puertas blindadas y guardias de seguridad a la entrada, que lo hicieron sentir como un “criminal” y no como un cliente que iba a solicitar un servicio; nada diferente a lo que pasa en un banco de Colombia. “Fue una de las peores experiencias como cliente que tuve en mi vida”, cuenta David, quien entendió, que esperar casi dos horas para que alguien lo atendiera de mala manera, fue la semilla del emprendimiento que tanto había buscado y que ese día estaba ante sus ojos. Dos horas que para cualquiera pueden ser una eternidad, para David fueron una gran oportunidad.
Él activó su yo observador, prestó atención en las posibilidades que esto podría ofrecer, generó conciencia del potencial que puede tener aprovechar tantas personas hastiadas de estas burocracias y comenzó a conectar su mente para crear una experiencia bancaria sin ladrillos, ni funcionarismo. Esta pesadilla y la penetración de los celulares e Internet, lo llevaron a ese concepto de crear un banco cien por ciento digital, sin sucursales, más eficiente a la hora de servir a los clientes y, principalmente, con una cultura empresarial que se enfoca en la experiencia del consumidor, que éste no percibiera el banco como un mal necesario, comentó David, quien en marzo del 2021 fue nombrado por la revista Times como una de las 100 personas más influyentes del mundo y quien ya cuenta con una fortuna estimada superior a los 5.200 millones de dólares según la revista Forbes; una de las 500 personas más acaudaladas del planeta y con el control del mayor banco digital del mundo, Nubank. David Vélez es el emprendedor colombiano de mayor éxito en las últimas décadas. David partió de la dificultad, pues en los años 90, su familia, los dueños de cueros Vélez, tuvo que enviar a sus hijos al exterior para huir de la violencia armada del narcotráfico que golpeaba Medellín y la colocaba como la ciudad más violenta del mundo.
David fue recibido en Costa Rica, allí se conectó con la Universidad de Stanford, después, trabajó en Silicon Valley, acumuló experiencia en el mundo financiero y tecnológico al trabajar con firmas como Morgan Stanley, General Atlantis y Sequoia Capital, firma que lo pondría, sin proponérselo, en el punto de partida de lo que hoy es Nubank, el banco digital más grande del mundo, con un portafolio de más de 34 millones de clientes, apenas en tres países, Brasil, México y Colombia y, solo con cinco años de existencia. Iniciar no fue fácil, en Colombia el sector bancario está concentrado en cinco familias, la cultura de bancarización es baja, y en Brasil no era muy diferente. Muchas puertas se cerraron aduciendo, entre otras razones, que la regulación brasileña nunca permitiría la entrada de nuevos jugadores y menos de un extranjero colombiano que pudiera triunfar en la creación de un banco en Brasil, donde estas entidades son 50 veces más grandes que las de Colombia. Pero cuando los planes se convierten en una paranoia positiva para generar coincidencias significativas, la perseverancia se convierte en un gran aliado, el fracaso se convierte en uno de los mejores maestros de la vida y sus lecciones se convierten en nuevos principios para regir nuestros planes. David conoció a Cristina Junqueira, brasileña experta en finanzas y contactó a su amigo de universidad Edward Wible, quien aportó su conocimiento en tecnología. Fueron ellos dos los que lo llevaron a una banca de inversión, la Sequoia Capital y Kaszek Ventures, y así, en mayo de 2013, en un garaje de São Paulo, nació Nubank, a partir de una coincidencia. Saber interpretar las señales de la vida es una gran virtud, llegar lejos no es fácil, a pesar de que viene de una familia antioqueña de emprendedores, que desde temprana edad le inculcó que el mejor camino para triunfar y aportar a la sociedad, era emprendiendo e innovando, y no “timbrando una tarjeta de ingreso y de salida en una empresa”. Eso le decía su padre cuando estaba comenzando. Por eso, David Vélez cada vez que tiene oportunidad, cuenta su historia para que los jóvenes de hoy y las generaciones venideras tengan presente, que hasta una mala experiencia puede ser la semilla de grandes proyectos que contribuyan a mejorar la vida de los demás. Los afortunados siguen adelante cuando se enfrentan con una mala experiencia, para ellos no hay mal que por bien no venga y transforman una dificultad en una ventaja. Nada de la historia de David fue por casualidad, fue una red de acontecimientos, una conexión de pensamientos sincronizados que incluyen coincidencias significativas, enlaces, correlaciones, convergencias o correspondencias que lo guiaron, previnieron o reafirmaron su camino.
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